Parada de descanso en nuestra ruta. Una ciudad de la que no se habla mucho y normalmente la gente la utiliza como alto en el camino.
Nos alojamos en el Smart Hostel, muy cerca de la Piaţa Huet, un lugar idóneo para tener todo a mano.

Cómo llegamos bastante tarde, solo nos quedaba ducharnos y dar una vuelta mientras buscamos un lugar dónde cenar. En la Piaţa Huet hay un concierto de música clásica que nos acompaña, junto con unas pizzas, durante nuestra cena. Aquí tendremos varios restaurantes a buen precio dónde descansar un rato mientras tomamos un refresco y cenamos. Mañana será otro día.

Como hoy no cogemos el tren a Sighisoara hasta las 12h, vamos a aprovechar para visitar un poco el centro histórico. Una buena forma para visitar Sibiu es perderse por sus calles y plazas e ir descubriendo poco a poco cada rincón.
No os podéis perder la subida a la torre de la Biserica Evanghelică (2 RON/estudiantes) desde donde tendremos muy buenas vistas y podremos admirar Sibiu desde las alturas.


Abstenerse los que tengáis vértigo, ya que el camino hasta arriba, con sus escaleras de madera al aire, no son aptas para cualquiera, jejeje.


También se puede subir a la torre del Concejo (Turnul Sfatului).
Apenas estuvimos un par de horas en la ciudad, pero se le puede dedicar una mañana o una tarde completa para captar todo su encanto. Me pareció una ciudad pequeña con mucho encanto y un lugar ideal para relajarse. Me dio pena no poder visitar un poco más a fondo la zona de las murallas. Una escusa para volver.
