A Pushkar no se puede llegar en tren, por lo que hay que llegar hasta Ajmer y una vez allí coger un bus para que nos lleve hasta Puskhar (15 INR/pers, 30 minutos). Podéis leer la entrada De Udaipur a Pushkar haciendo un alto en AJMER.
En la estación de buses nos ficha un hombre que tiene una guesthouse y nos deja la habitación por 700 INR, dónde también podemos disfrutar de una piscina. Está muy bien de precio ya que al día siguiente comienza el Camel Fest (Festival de los Camellos) y los precios se disparan (su mujer nos dice que la habitación cuesta 1.400 INR pero que no digamos nada de que nos la ha rebajado, jejeje).
Tras el baño en la piscina nos acercamos al centro de Pushar. La arteria principal de ésta ciudad es un gran calle (Main Market Road) llena de puestos de ropa, comida, restaurantes…
Os recomendamos el restaurante Hotel Lake View dónde hay muy buenas vistas del lago desde su «rooftop» y se pueden comer unas pizzas muy ricas.
Puskhar es uno de los cinco dhams (lugares sagrados de peregrinaje para los hinduistas devotos).
Damos una pequeña vuelta por el lago y contemplamos cómo hay gente haciendo la «puja» (es una forma hindú de adoración ceremonial o ritual que honra uno de los varios dioses o diosas del panteón indio, así como para quienes creen en un dios único).
Por la mañana nos acercamos de nuevo al lago para poder acceder a él y ver toda la vida que se desarrolla en sus orillas. De camino visitamos el Templo de Raghunath y el Templo de Ranji (en el cual no nos dejaron entrar). Sobre los nombres de estos templos no estoy 100% seguro ya que he encontrado poca información en internet…
En el primer intento de bajar por uno de sus Ghats sufrimos en nuestras carnes uno de los famosos TIMOS que ocurren aquí. Cómo vamos avisados nos vamos y accedemos al lago a través de otro Ghat situado más al oeste (Brahma Ghat).
La vida en el lago es una auténtica pasada, con toda la gente rezando, bañándose, paseando… Un auténtico festival de color que se repite cada día al amanecer.
Cómo hoy comienza el Camel Fest, nos acercamos a la zona, pero todavía está todo sin montar. Vemos unos cuantos camellos, tiendas, atracciones, pero tampoco nada que nos llame la atención. En pleno festival será mucho más interesante.
Es hora de irse al hotel ya que a las 17h cogemos un autobús que nos llevará a Jaipur.