Si después de un largo viaje estáis deseando llegar a algún lugar para relajaros un poquito, Muang Ngoi Neua es el sitio ideal. Un pueblo todavía bastante rural en el que el tráfico no existe, los paisajes de alrededor son impresionantes y que mejor manera de relajarse que estar tumbada en una hamaca a orillas del río Nam Ou y dejarse llevar por la tranquilidad del entorno.
Para llegar hasta Muang Ngoi Neua desde Luang Prabang, hay que coger un minivan que te deja en el pueblo Nong Khiaw. Son alrededor de 4 horas en coche. En este pueblo sólo hay una estación de autobuses. La única manera de llegar hasta Muang Ngoi Neua es en barco. Para llegar hasta el embarcadero, hay un kilómetro y medio de distancia. Nosotros decidimos hacerlo andando ya que de paso podíamos echar un vistazo al pueblo.
Es posible que os quieran vender la moto para llevaros en tuk tuk hasta allí con la excusa de que el barco sale en 5 min y que no os va a dar tiempo a cogerlo. No le hagáis ni caso. Sólo hay dos barcos que salen desde Nong Khiaw a Muang Ngoi Neua y son a las 9 de la mañana y a las 14h. También se pueden contratar barcos privados que os lleven hasta allí, pero el precio es considerable.
Cómo no, los barcos no sólo transportan personas, sino que va llenos de todo tipo de mercancías. El recorrido por el río merece mucho la pena, por la tranquilidad de sus aguas y el paisaje de las montañas.
Cuando se llega a Muang Ngoi Neua ya hay gente de las guesthouse para ofrecerte habitaciones. Nosotros cogimos un bungalow con vistas al río, que resultó ser lo único agradable de la habitación.
El pueblo lo recorre una sola calle donde se pueden encontrar más guesthouse y restaurantes. No es que la oferta hostelera sea muy amplia pero por lo menos hay varios sitios para elegir.
Hay un camino que te lleva a recorrer los alrededores de Muang Ngoi Neua. Si continúas la calle que sale desde el embarcadero podrás salir del pueblo y comenzar el camino para llegar a los tres pueblos más cercanos. Si se quiere hacer trekking por la zona en las guesthouse encontraréis información.
Si decidís seguir el camino llegaréis a un pequeño puesto en el que hay que pagar 10000 KIP por seguir. Justo pasar el «peaje» veréis a la izquierda la cueva Tham Kang. Es una bonita surgencia de agua cristalina en la que si el calor aprieta os podréis dar un pequeño chapuzón.
Para cruzar el río han construido un puente de bambú que en época de lluvias fuertes yo no estoy tan segura de que eso aguante, jejeje.
Me sorprende ver unas pelotas de petanca en una zona con arena. La petanca es uno de los juegos que más pasiones levanta entre los laosianos. Fue una de las cosas además de la baguette que importaron los franceses en la época colonial.
Lo mejor de este paseo son sus vistas sin lugar a dudas. Los campos de arroz con ese color verde intenso tan espectacular, en contraste con las formaciones kársticas del entorno. Siguiendo el camino llegaréis hasta el primero de los pueblos que es Ban An, donde la mayoría de sus habitantes son artesanos.
Ya de vuelta a Muang Ngoi Neua encontramos un bar genial el Bee Tree, donde poder descansar tumbados entre cojines mientras degustas una Beer Lao o cualquier cocktel.
Para mí, este lugar ha sido uno de los sitios más bonitos que me llevo de Laos.