
…continuación Día 04 (Enero 2012)
Llegamos a Fes el día 4 de Enero a la una del mediodía aproximadamente, y el GPS nos llevó directamente hasta el parking donde íbamos a dormir. Según entramos al parking un chico se nos acercó y nos dijo a ver si íbamos a dormir allí y que aparcáramos al fondo del parking. Nos extrañamos un poco porque había un hombre con chaleco naranja reflectante, que se supone que es el encargado de vigilar el parking, que nos decía que aparcáramos en otro sitio, pero como Vega iba detrás le dijimos que queríamos estar las dos furgonetas juntas, así que nos puso en otro lado. Le preguntamos al vigilante por el precio del parking y nos dijo que por pasar la noche serían 50 dirham por furgoneta. No nos pareció caro, ya que en Marrakech, nos cobraron lo mismo.

Según nos bajamos de la furgoneta, se nos acercó el primer chico y nos ofrecía un guía para conocer la medina de Fes que es conocida por se muy “laberíntica”. Como ya habíamos acordado entre nosotros con anterioridad el coger un guía nos pusimos a negociar. La verdad es que para esa tarde no nos apetecía mucho ir con guía, ya que lo que queríamos era comer y dar una vuelta a nuestro aire. Pero nos empezó a engañar diciendo que al día siguiente era el día del rezo, que era como para los españoles el sábado y que no íbamos a poder ver a los artesanos porque cerraban por descanso. Todo mentira, pero como vas de novato, pues te engañan. También te ofrecían cuidarte el coche por un precio menor que el del parking, pero eso ya no era mucho de fiar.

Al final decidimos coger al guía y nos pusimos en marcha. Al poco de empezar, nos tropezamos con Almudena y Marcos (una pareja del foro con la que cenamos el nochevieja), qué casualidad! Mira que es difícil encontrar a gente conocida en una ciudad tan grande. Estuvimos un rato hablando y quedamos para cenar esa misma noche. Luego empezamos a seguir al guía por la medina y le dijimos al muchacho, creo recordar que se llamaba Abdir (tampoco estoy segura, porque como todos me parece que se llaman igual, jajaja), que queríamos comer pero en un sitio típico. Aquí hubo un pequeño mal entendido porque el chaval nos llevó a un restaurante típico y nosotros queríamos comer en un puesto del mercado o algo mucho más sencillo. Bueno, nos sentamos en el restaurante y al ver los precios de los platos, 150 Dirham por cada uno de ellos, nos marchamos porque eso no era lo que queríamos y además nos parecía bastante caro (normalmente comíamos los tres por menos de 100 dirham). Así que, Abdir nos llevó a una tienda de alfombras (creo que era de su familia) a que nos invitaran al té. Él, mientras tanto, fue a comprarnos unos bocadillos de brochetas de pollo para comer (nos pidió 25 dirham por cada bocata, aunque sabíamos que era más de lo que cuesta, aceptamos el precio). Evidentemente, después de comer, nos intentaron vender alfombras y mantas para la cama, pero no consiguieron nada.
Nos comentó que íbamos a ver una farmacia artesanal, de las que preparan sus propios ungüentos, pero ya habíamos visitado una en Marrakech y no nos apetecía ver otra. Le dijimos que nos llevara a ver los curtidores, es una las cosas por las que Fes es más conocida, y sí, nos llevó a los curtidores, pero no al que queríamos ver. Nos llevó a uno pequeñito, según él, porque para ir a ver al grande (el más famoso) había que ir en coche porque estaba muy lejos. Otra mentira (al día siguiente íbamos con plano y descubrimos que estábamos bastante cerca). Para ver los curtidores, lo normal es que se entre por una tienda que tiene una terraza en la parte de arriba desde donde se ve cómo trabajan las pieles. Claro está, que luego te dan la vuelta por la tienda para ver si compras algo, y en el caso de no comprar nada lo normal es dar la una propina”.

Tras los curtidores nos llevó a visitar un palacio con unos jardines, pero no merecía mucho la pena, solamente algunas salas y grabados del edificio:
Como ya estábamos un poco cansados, le dijimos de irnos ya para las furgonetas. Nos dejó en una puerta de la muralla y desde allí fuimos andando hasta la furgo (luego él se reuniría con nosotros). Cuando ya estábamos entrando a la plaza, que estaba al lado del parking, se detuvo un coche en el que iba Abdir. Decidimos pagarle 150 dirham por los servicios prestados, pero él dijo que ese precio era por persona y no por los tres, pero que si no le queríamos pagar más, que él le daría el dinero al jefe y éste ya vería lo que hacía. Vamos que nos “advirtió”, sino fue una amenaza, que pagáramos más. El problema era que sabían perfectamente cuales eran nuestras furgonetas y que íbamos a dormir allí esa noche (además que ya habíamos pagado el parking). Así que le dimos 50 dirham más, por si acaso. La verdad es que nos estafaron bien y pecamos de novatos. Conclusión, nunca cojáis un guía de la calle y sobre todo uno que sepa cual es tú vehículo. También es recomendable llegar a un precio por el servicio y siempre haciendo hincapié en que ese precio no es por persona, sino por todo el grupo. Si queréis un guía intentad coger uno que sea oficial.
Después de cabrearnos y sentirnos mal por lo sucedido, nos fuimos a dar una vuelta por la zona del Kasbah, que es la universidad.
Hicimos un poco de tiempo hasta las 8 tomando un té en la terraza de un restaurante, a esa hora era a la que habíamos quedado con Almudena y Marcos para cenar. La cena fue estupenda, cenamos por 50 dirham cada uno y nos pusimos las botas. Tras despedirnos de nuestros amigos, nos fuimos a dormir.

Datos GPS Parking “Plaza Baghdadi”
34.061051ºN
4.98544ºW
+Info
Día 05 (Enero 2012)
Al día siguiente nos fuimos a recorrer la medina por nuestra cuenta. Como la noche anterior Almudena y Marcos nos dijeron la ruta que habían hecho ellos y lo que habían visto, ya sabíamos más o menos lo que queríamos ver.

Con un mapa en mano, la medina de Fes no resulta muy complicado el saber por dónde anda uno. Nosotros estábamos aparcados en la plaza Baghdadi, al suroeste de la medina. Cerca nos queda la puerta “Bab Bou Jeloud”. Desde esta puerta se accede a las dos calles principales de la medina: “Talaa Kebira” y “Talaa Seghira”, teniendo localizadas estas dos calles y sabiendo que recorrerlas hacia el noreste es cuesta abajo, ya te puedes guiar un poco más por la medina.


Con la Loney en la mano y haciendo caso omiso a los guías, visitamos los siguientes puntos: Madraza Bou Inania, El reloj de agua, Mezquita Chrabliyine, zoco de la Henna, zoco an-Nejjarine, Mezquita y Universidad Kairaouine, etc…



Tras esquivar a los vendedores, a los guías falsos y demás, se nos acercó un chico que nos dijo que nos llevaría a ver los curtidores (el grande), a cambio nos pidió que luego pasásemos por su tienda. Ya por fin, pudimos ver los curtidores que salen en todas las fotos, jejeje. Allí estuvimos un rato largo sacando fotos, grabando algún video, etc. Claro está, que luego debíamos de dar la vuelta por la tienda a ver si comprábamos algo. Nos marchamos sin más, bueno, dando la “propina” a los “guardines” que había en la puerta (que no se quedaron muy contentos con los 2 dirham que les dimos, jejejeje).

Tras callejear a nuestras anchas, hay que decir que con el plano de la Lonley Planet es más que suficiente para dar una vuelta por la medina y no perderte demasiado, fuimos a comer a un pequeñísimo restaurante-bocatería. Comimos los tres por 45 dirham, más o menos (un bocadillo de carne y patatas cada uno).

Volvimos a las furgonetas y como esa noche no íbamos a dormir en el nos marchamos a ver las ruinas que están en lo alto de la montaña, desde donde pudimos contemplar un bonito atardecer sobre la ciudad de Fes.
Nos pusimos en marcha para ganar tiempo, dormir en ruta y poder llegar a Chefchaouen antes de lo previsto. Dormimos en un área de descanso, donde había alguna cafetería y estaba la gasolinera abierta las 24h.
Os dejamos unos videos de Fes: