En un tren no se pueden hacer muchas cosas, ya que el espacio es muy reducido. Lo mejor que se puede hacer es dormir y comer básicamente además de intentar entenderse con los compañeros de kupe.
Cuando llegamos al andén en la estación de Vladimir, la puerta por la que teníamos que subir estaba bloqueada, el provodnitsa, un muchacho de unos 19 años, estaba intentado abrir la puerta desde dentro pero no lo conseguía, así que nos dijo que subiéramos por el siguiente vagón. Del tren bajaron una pareja un poco «contentos» y bebiendo cerveza que fueron los primeros en recibirnos. Cuando llegamos a nuestro kupe vimos que estaba todo un poco desordenado y nos dio la sensación de que nos había tocado compartirlo con la pareja de que nos recibieron. Y efectivamente, al cabo de unos minutos la pareja se presentó en el kupe.
Nos ofrecieron cerveza y licor de cerezas (o grosellas, la verdad es que no me acuerdo de que era), pero no nos apetecía mucho. Estuvimos hablando con ellos y nos dijeron que eran de San Petersburgo y que iban a Mongolia. Llevaban ya 4 días en un tren pero en Moscú tuvieron que cambiar de tren y montarse en éste (todavía les quedaba 4 días más en tren). Nos contaron que él se dedica a la fotografía y que ella trabaja con niños con problemas.
Al poco apareció el provodnitsa y nos dijo que coleccionaba monedas y nos pidió si teníamos algún euro así que rebuscamos entre nuestros enseres y le dimos unos cuantos euros. Al cabo de un rato nos trajo un vaso de té a cada uno en forma de bienvenida. Estuvimos hablando con los compis un rato más y ya nos fuimos a la cama porque estábamos cansados (sobre las 2.30h -3h de la mañana).
El día siguiente pasó con bastante normalidad, bueno lo que se entiende por normalidad es dormir, comer, leer, comer, dormir, leer… upss! creo que me he repetido, jejeje. Dimos un pequeño paseo por el tren, cambiando de vagón en vagón, pero al final siempre es lo mismo, ya que todos los vagones son exactamente iguales a excepción del vagón restaurante.
Llegó la hora de comer, nuestro compis tenían unas semillas tipo arroz que las metieron en un termo con agua caliente y se hincharon. Luego le añadieron un aceite que tenía un montón de especias (sobre todo varios tipos de pimienta y pimentón picante o cayena). A casi todas las comidas le echan ese aceite. Nosotros nos hicimos para comer un tipo de pasta que compramos en el súper que solo hay que echarle el agua caliente para que se cueza y los polvitos que vienen en el sobre. Luego sacamos nuestro jamón serrano con toda nuestra ilusión para compartir con nuestros compis pensando en que se les haría la boca agua y resulta que son vegetarianos!!! Todo nuestro gozo en un pozo, pero bueno nosotros nos lo comimos igual, jejeje, no saben lo que se pierden.
Lo que resulta más extraño de ir en el tren son los cambios de hora. Levantarte de la siesta a las cinco y media de la tarde (hora de Moscú) y ver que fuera está casi atardeciendo. El primer día por la noche llegamos a Ekaterimburgo (Moscú+2h), el segundo día llegamos a Novosibirsk (Moscú+3h) y el tercero a Irkutsk (Moscú +5h).
El segundo día transcurrió igual que el primero, con la salvedad de que comimos una especie de puré de patatas, también comprado en el súper de Vladimir. Aquí en el tren hay una especie de termo gigante (samovar) el cual proporciona agua a casi 100ºC, con el cual la gente es con lo que cocina sus alimentos. Nosotros de casa hemos traído leche en polvo, cola cao, un par de sobres de purés (verduras, champiñones), sobre de puré de patatas… En Vladimir compramos unos paquetitos en los que vienen una especie de espaguetis y también el puré de patata ese extraño, jejejeje. Todo ello lo cocinamos con el agua caliente: le añades el agua, esperas 3 minutos y a comer. También hemos comprado unos sobrecitos de Te para tomar alguna infusión. Hay que decir que los súper en los que hemos estado no hay gran variedad de embutido, solamente un par de cosas.
A la noche, después de cenar ofrecimos a nuestros compis un poco de vodka que compramos en el súper de Vladimir. Nos dijeron que no era vodka auténtico sino que era algo más light, ya que el vodka auténtico tenía muchos más grados de alcohol. Nos quedamos un poco charlando y luego a dormir (Si llega a ser vodka “auténtico” no hay quien nos levante…).
Comer, dormir, leer, dormir…… El tercer día en el tren transcurre como los demás. Nos levantamos un poco pronto, el tren iba ha hacer una parada en un rato asi que ya nos quedamos despiertos. Como no sabemos qué hacer y nuestros compis siguen durmiendo, decidimos ir al vagón restaurante. No queríamos desayunar pero nos tomamos un zumo cada uno (30 rublos por cada zumo). El tren se detiene y queremos pagar para poder bajar asi que le damos a la señora un billete de 100 rublos, y nos dice que con eso ya está. Nos quedamos un poco moscas porque no nos salian las cuentas asi que volvimos a decirle que lo que nos habíamos tomado eran 60 rublos en total y no 100. Al principio se hace un poco la loca, pero nos devolvió las vueltas.
Ya solo nos quedan unas horas para llegar a Irkutsk y comenzar de nuevo otra aventura: Llegar hasta Bolshie Koty, pero eso es historia de otra entrada…
CURIOSIDADES A BORDO DEL TREN
– Enchufes: En los vagones hay enchufes, pero todos ellos están fuera del apartado dónde se duerme. Habrá unos 3-4 enchufes en el vagón para unas 36 personas (vagón Kupe). Hay que decir que la gente carga los móviles y baterías pero hay mucho tiempo en el que están libres. Nosotros a parte de traer un enchufe universal (el cual de momento no lo hemos utilizado) también traemos un pequeño «ladrón» para poder enchufar 3 aparatos a un mismo enchufe.
– Baño: En el baño lo único que hay es lavabo y retrete. Nada de ducha, para ello podéis llevar toallitas o coger en un termo agua caliente del samovar y «fregaros» un poco el cuerpo. En el suelo del baño hay un agujero que cae a las vías por el que se puede ir el agua de vuestra ducha improvisada (como nosotros no tenemos termo, utilizamos solamente las toallitas). Los baños los cierran 20 minutos antes de llegar a cada estación de parada, mientras está el tren parado y 20 minutos después de arrancar de la estación. Todo esto es debido a que todo lo que se «haga» en el retrete va a las vías (solo tienes que hacer tus necesitadas y pisar una palanca).
– Horarios de Parada: En los pasillos de los vagones hay un listado de los horarios en los que se hace la parada, dónde y cuanto tiempo va a estar el tren parado. Es una buena escusa para bajar del tren a estirar las piernas, hacer alguna fotillo e incluso comprar comida típica del lugar (hay mujeres y hombres vendiendo comida, la cual mucha de ella han sido cocinada por ellos). El tren cumple muy bien los horarios, pero si llega algo más tarde a la estación, ese tiempo se lo restan al tiempo de parada, arrancando a la hora que tiene prevista.
– Compartimento Kupe: El espacio esta bastante bien aprovechado. Dos literas a un lado y otras dos a otro y una mesita en medio. Nosotros cogimos las dos literas de un lado (arriba y abajo) para tener una parte de la mesa para nosotros y así no sentarnos o que se sienten en nuestra litera (me imagino que la demás gente hará lo mismo). Las literas de la parte baja se levantan y tienen un compartimente en el que se puede meter las mochilas para que estén más seguras (para robarte tendrían que levantar la litera contigo encima, jejeje.). Las literas de arriba tienen otro compartimento encima de sus cabezas, lo que sería por encima del pasillo en el que puedes meter también las mochilas. Nosotros de momento no estamos «protegiendo» demasiado nuestras pertenencias, ya que nuestros compis de Kupe parecen bastante majos (espero que no nos equivoquemos). Las puestas tienen una especie de pestillo para poder cerrarlas cuando estas dentro. Desde fuera no las podrás cerrar o abrir a no ser que lleves una llave de triangulo. Las literas están acolchadas. De todas formas al llegar te encuentras con una especie de colchón de espuma el cual lo desenrollas y lo colocas sobre la litera. También te dejan una sábana bajera, una manta gordita, una funda para la sábana, una almohada con su funda y una pequeña toalla. Como veis en este sentido está muy bien. Para dormir son bastante cómodos, igual algo estrechos pero bueno, en peores sitios hemos dormido.
– Temperatura del vagón: En el vagón hay un termómetro el cual marca una temperatura media de entre 20-25ºC. Yo que soy friolero he estado todos los días en camiseta y pantalones cortos.