En pleno Camino de Santiago y antiguo Summo Porto (Somport) romano nos encontramos con la cueva de las Güixas o “casa de las brujas”. Situada en la localidad de Villanúa, Huesca, podemos visitar ésta interesante cavidad.
En el neolítico se utilizó como refugio, cuyos vestigios de cerámicas, fragmentos de molino… nos cuentan una historia pasada de “hombres de las cavernas”.
Las leyendas de la zona nos cuentan que fueron lugar de reunión de brujas y sanadoras, dónde llevaban a cabo sus “Aquelarres” a la luz de la luna llena, la cual entraba por la zona de la Dolina o Chimenea.

Durante las Guerras Carlistas y en la Guerra Civil se utilizaron cómo refugio militar o calabozo. Se convirtió en uno de los alojamientos de los denominados “Batallones de Castigo”, formados por presos del régimen, que llevaron a cabo la construcción de los búnkeres que hay diseminados por todo el valle.
En la actualidad sus únicos habitantes son los murciélagos a parte de otros animales “trogloditas”. Con una colonia de unos 500 murciélagos protegidos y ocho especies diferentes, se han convertido en estudio y se ha catalogado cómo Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de la Red Natura 2000 europea.
Visita a la Cueva de las Güixas
La visita comienza en el Centro de Interpretación, siendo también la Oficina de Turismo. Está situada a pocos metros de la cueva. Gracias a una cueva artificial construida en el propio edificio y la voz de un antiguo habitante, nos enseñará audiovisualmente la historia de la cueva desde los primeros humanos que la habitaron hasta la actualidad.

Ya es la hora de adentrarnos en la cueva. La visita guiada dura aproximadamente 1h30’ y en ella podremos ver cantidad de “espeleotemas”: estalactitas, estalagmitas, coladas, gours, columnas…
Poco a poco vamos avanzando por la cueva hasta llegar a la sala de la “catedral”, con 16 metros de altura. Ya sólo nos queda despedirnos de éste precioso lugar y dejar descansar a sus peludos habitantes de orejas puntiagudas.
Las Brujas de Villanúa
Éstas mujeres eran conocidas en la comarca por realizar las labores de santiguadoras, sanadoras, concertadoras de junturas de huesos, parteras, abortonas, ect. Y aunque los vecinos recurrían a ellas cuando lo necesitaban, se las miraba con recelo y miedo. Es por ello que muchas de ellas fueron condenadas y ajusticiadas en Villanúa.
Prueba de ello fue Guirandana de Lay, juzgada y ajusticiada en la hoguera de Jaca en 1461. Después le acompañarían Juana Sánchez (1575), Juana La Cura (1590) y Montserrat Mayayo (1590).
Visitas guiadas
Para poder realizar la visita de la cueva de las Güixas hay que reservar las entradas a través de la web de la Oficina de Turismo. El coste es de 8€ adulto y 6,50€ los niños y jubilados.