El tren nos deja en Agra a las 23h y a la salida de la estación nos abordan los conductores de Tuk-tuk. Aquí es donde más difícil lo hemos visto para regatear un precio y dónde más «violentos» son. El primero que te «ficha» es el que te va a acompañar a todas partes y aunque intentes pedir presupuesto o hablar con otro Tuk-tuk, éste no le dejará o le dirá que te dé el mismo precio o uno superior. Si sois varias personas lo mejor es que os separéis y negociéis cada uno por vuestro lado.
Queremos ir al Sai Palace Hotel y nos piden 500 INR por llevarnos hasta allí, cuando está a unos 7Km. Lo conseguimos por 80 INR aunque de muy malas formas. El hotel tiene unas magníficas vistas, pero no podemos ver el TajMahal ya que no lo iluminan de noche. Hoy estamos reventados así que mañana nos lo tomaremos con tranquilidad. No madrugaremos aunque es una pena ya que no podremos ver el TajMahal con las luces de los primeros rayos de sol (de todas formas el día estuvo bastante nublado).

Por la mañana desayunamos en el hotel y nos vamos hasta el Taj Mahal (puerta sur) para comprar los tickets. Eso sí, bastante caros (750 INR/pers.). Pasamos los controles de cacheo y mochilas (no se pueden llevar trípodes, monopies, tabaco…). Tuve que dejar el monopie de la GoPro en una consigna que hay al lado de las taquillas (se paga la voluntad). Hay que tener en cuenta que el Taj Mahal cierra los viernes así que calcular bien vuestra llegada (nosotros hemos llegado el jueves… por los pelos…). Con la compra de los tickets, te dan una botella de 20cl y unas calzas gratis (bolsitas para los pies).
Una vez dentro comienzas a andar hasta llegar a la puerta de acceso principal dónde podremos ver la primera vista del Taj Mahal y su grandiosidad.
Que puedo decir del Taj Mahal que no sepáis… Lo único es que las fotos no recogen lo que es, hay que visitarlo para poder contemplarlo en su totalidad. Lo que sí que os puedo decir es que está plagado de gente y es muy difícil hacerse una foto solitos, jejeje.


Tras hacernos un millón de fotos en su exterior es hora de calzarse las bolsitas en los pies y visitar su interior. ¿Y qué tiene el Taj Mahal, una de las maravilla del mundo, en su interior?… Pues nada… Tan sólo alberga los dos cenotafios (tumbas vacías) de Sha Jahan y Muntaz (para colmo no te dejan hacer fotos!!). Las tumbas reales, con los restos, están situadas en la cripta, actualmente inundad y cerrada al público.

Lo mejor para visitar las demás zonas de Agra es contratar un Tuk-tuk para que nos lleve. Por la mañana dejamos apalabrado uno por 300 INR el cual nos está esperando a nuestra salida.
El primer destino en TukTuk es el Fuerte Rojo (300 INR/pers.), otro fuerte más de los tantos que vamos viendo.
Seguimos nuestra ruta hasta el Mausoleo de Itamad-ud-Daulah. No entramos ya que desde fuera no está mal pero tampoco nos llama mucho la atención.
Y por último nos lleva a ver el atardecer desde el otro lado del río. Es una pena pero hay una especie de niebla, no sabemos si de contaminación o que, que oculta el sol por completo. Ésta nieblecilla estará presente durante todo nuestro viaje. También podemos ver la vida que se desarrolla a éste lado del río: ganaderos, recolectores, etc…
Antes de llevarnos al hotel, el Tuk-tuk se detiene en una especie de mercado para «ricos» y nos dice que le hagamos el favor de entrar y estar allí 10 minutos, que así le pagaran la gasolina. Aunque no nos haga mucha gracia, lo hacemos cómo favor. Tras estar esos interminables 10 minutos dando vueltas viendo ropa, mesas de piedra, cuadros, ect… nos vamos. Luego quiere volver a parar en una tienda de telas y le decimos que por favor nos lleve al hotel, que no vamos a comprar nada y no queremos ir de Shopping (así son los Tuk-teros, pesados cómo ellos mismo).
Mañana no podremos ver el amanecer en el Taj Mahal, por varias razones: tendríamos que pagar la entrada de nuevo, es viernes y está cerrado. Así que a las 9.40h cogemos el tren a Gwalior.