Cercana a Dakar nos encontramos con una isla que marcó la historia africana. Paraíso para unos y su peor pesadilla para otros. Hoy declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco es un lugar al que la gente acude para conocer su oscuro pasado. Muchos fueron los esclavos que pasaron por aquí y muchos fueron los que aquí perdieron su vida. Merece la pena visitar la isla Gorée y descubrir de primera mano ésta historia que no puede caer en el olvido.
La isla Gorée de apenas 17 hectarias se convirtió, durante los siglos XVI al XVII, en el mercado de esclavos más importante del mundo. Hasta aquí llegaban oleadas de africanos para ser inspeccionados, catalogados y finalmente vendidos al continente americano donde trabajarían como esclavos en las plantaciones. Éste brutal comercio fue llevado a cabo por Holanda, Francia e Inglaterra.
Encadenados en las bodegas inferiores de los barcos, éstos abandonaban el puerto de Gorée para poner rumbo a las américas. Durante ésta larga travesía sin apenas agua y aún menos de alimentos, la mitad de ellos morían durante el trayecto. Los supervivientes vivirían el resto de sus vidas en las plantaciones donde muchos perderían la vida debido a los trabajos forzosos y las palizas de sus amos.
En la isla se conserva una antigua casa que funcionaba como control de esclavos, la Maison des Esclaves. Se ha rehabilitado y reconvertido en un museo que simboliza la barbarie a la que fue sometido el pueblo africano. La entrada para visitarla cuesta 500 CFA.
De estilo colonial y dos plantas, la Casa de los Esclavos fue construida en 1786. La planta superior estaba ocupada por los dueños europeos, mientas que la planta baja se usaba de «almacenes» para retener a los esclavos. Separados en diferentes habitáculos se pueden leer en unos carteles la utilidad de cada uno: hombres, mujeres, niñas y sala de peso. Éstas casonas de esclavos también albergaban un minúsculo habitáculo donde eran castigados aquellos que no se sometían. Todas éstas salas daban acceso a una puerta trasera de la casa que miraba al mar. A ésta puerta se la conocía como la porte du voyage sans retour, la puerta sin retorno…
En apenas éstos 200 años que duró el tráfico de esclavos se cuentan que fueron unos 200 millones de africanos los que abandonaron su país para embarcar en un viaje sin retorno.
Visitar la Isla Gorée
Todos los días parten ferrys desde el puerto de Dakar hasta la isla Gorée. Al encontrarse a tan solo 3 km de distancia, el trayecto apenas dura 30 minutos. El billete ida y vuelta cuesta 5.200 CFA para los extranjeros.
Una vez en la isla habrá que pasar por «caja» para pagar 500 CFA. Ésta entrada irá destinada a la conservación de la isla.
En Gorée no nos faltará de nada: tiendas de souvenirs, restaurantes y una bonita playa de agua transparente donde tomar un descanso del fuerte calor. En unas dos horas podemos visitar la isla Gorée perfectamente. Como en muchos otros lados, recomiendo perderse por la isla y subir hasta el castillo donde tendremos unas bonitas vistas.
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